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NUESTRO MONASTERIO

 

  Nuestro Colegio pertenece al Monasterio de las Huelgas Reales. Nuestro monasterio tieen una gran historia. 

  Su nombre, proviene de su emplazamiento en un lugar destinado a recreo y solaz de quien se cree fue su fundadora, la reina doña María de Molina.

   Cuando en 1282 sufre el monasterio el fatal incendio que lo destruyó totalmente, lo mismo que sus Archivos, sería ya cisterciense la comunidad y, según Ortega, lo habría fundado doña Sancha, la hermana de don Alfonso VII.

   En esa época, la llamada TIERRA DE CAMPOS, era un lugar fronterizo muy codiciado, de manera que Alfonso VII el Emperador se la concedió a su hermana. Al ser nombrada gobernadora, disponía de tierras y dinero y por ello fue fundadora de varios monasterios

     La que sería gobernadora de Castilla, cedió su alcázar como nuevo convento para las beatas de la orden del Cister y eligió ya desde entonces el monasterio para su sepultura.

    Con el tiempo, irían afluyendo con normalidad las vocaciones y, a la vez, iría redondeándose el extenso dominio territorial de las Huelgas con fincas rústicas y urbanas, así como con privilegios y derechos señoriales.

NUESTRO COLEGIO

 

    En periodo tal dificil como el siglo pasado, la abadesa de la comunidad monástica Pilar Oña, funda este colegio.

   En 1894, la citada abadesa, inaugura el colegio, como centro educativo oficial dedicado a la enseñanza de niñas.

    En ese mismo año, la madre Sagrario Martín Quijada, pone un internado para que al colegio puedan asistir alumnas de los pueblos de alrededor de Valladolid.

    La dedicación de la comunidad a las tareas del mismo, lejos de oponerse a la esencia monástica cisterciense, se convierte en un auténtico servicio a la Iglesia, cuando el colegio se levanta en un barrio, cuyos habitantes podían cosiderarse por entonces de clase media.

     Así, el carisma monástico viene a manifestarse con una eficaz proyección social.

     En la actualidad, la participación de la comunidad en el sostenimiento del centro, sigue siendo fundamental, a pesar de que la mayor parte del profesorado sea seglar.

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